Las compras a través de internet crecen y crecen a cada año que pasa y las razones de ello son perfectamente lógicas y comprensibles. Comprar por internet es un método rápido, pero sobre todo, cómodo, ya que puedes hacer tus compras sin moverte del sillón, desde tu ordenador, tu tablet o tu smartphone, y recibirlas en la puerta de casa. Puedes comprar prácticamente de todo, desde ropa y productos tecnológicos hasta servicios o alimentos y además, los precios son mucho más baratos ya que estas empresas que venden a través de internet tienen menos gastos de tiendas físicas, personal, impuestos, servicios, suministros, etcétera. Además, la crisis económica en la que aún nos encontramos ha propiciado la multiplicación de páginas web, servicios y aplicaciones donde los particulares pueden comprar y vender entre ellos, ya sea productos nuevos o de segunda mano; hablamos de Wallapop, Milanuncios, Mercadolibre y otras por el estilo.
Por tanto, es fácil comprender que las compras por internet suponen grandes ventajas para los consumidores sin embargo, también conllevan un mayor riesgo de ser engañado, estafado, que cuando efectuamos la compra en una tienda física.
Si no lo hemos sufrido en carne propia, prácticamente todos conocemos a alguien que ha comprado algo a través de internet y que finalmente, no ha recibido absolutamente nada, o ha recibido un paquete vacío. Además, el vendedor ha “desaparecido”, ha dejado de dar señales de vida y tampoco responde a nuestros mensajes ni mucho menos, devuelve el dinero que se le ha pagado.
Esto que describimos es una estafa en toda regla y por desgracia, es más habitual de lo que nos gustaría. Suele darse precisamente en este tipo de operaciones de compra – venta entre particulares a través de aplicaciones o páginas web destinadas a ello, donde es frecuente la presencia del listillo de turno que quiere sacar un beneficio económico ilícito.
¿Qué podemos hacer entonces cuando, tras haber pagado por un producto, no recibimos el mismo y además, el vendedor, desaparece o nos bloquea y no nos devuelve el dinero?
Ante esta situación, son muchas las personas perjudicadas que finalmente, desisten y optan por no hacer nada, principalmente porque no suele tratarse de cantidades de dinero muy relevantes, pero también porque consideran que denunciar los hechos no va a servir de nada. Pero esto no es así, o al menos no lo es en todos los casos.
Paso decisivo: Presentar una denuncia
Las estafas y los fraudes en internet siguen el mismo procedimiento que las estafas y los fraudes en la vida real y por lo tanto, el paso decisivo es presentar una denuncia. Antes de ello, es fundamental recopilar toda la información que esté a nuestro alcance: correos electrónicos que se hayan intercambiado con el vendedor, conversaciones mantenidas a través de la aplicación de compra – venta, justificante del pago que hayamos efectuado (recibo de la transferencia o ingreso, recibo de PayPal si hemos pagado por este método, resguardo del giro postal, etcétera)…
Una vez que tengamos esta información, debemos acudir a la Policía Nacional, a la Guardia Civil o al Juzgado de Guardia y presentar una denuncia exponiendo con todo detalle lo sucedido y aportando todas las pruebas de que dispones. Si tienes alguna duda, un buen consejo es buscar el asesoramiento de un abogado experto en este tipo de fraudes por internet que te guíe a lo largo del proceso.
No debes preocuparte si desconoces la identidad del estafador (probablemente los datos que tienes sean falsos); este tipo de personas suelen escudarse en el anonimato que ofrece internet y, cuando hacen de las suyas, borran los anuncios y las pruebas de sus fechorías sin embargo, lo cierto es que pueden ser rastreados por los investigadores expertos de la policía y la guardia civil, que disponen de los conocimientos y los medios necesarios.
Normalmente estas situaciones suelen producirse entre comprador y vendedor estando ambos ubicados en España, por lo que la legislación al respecto es bastante clara e inequívoca. El asunto se complica cuando la estafa se produce desde el extranjero pues en ese instante ya entran en juego otros aspectos y leyes.
En cualquier caso, lo mejor es tratar de evitar este tipo de situaciones siguiendo algunos consejos tan sencillos como:
Autor: J. Alfocea
Fecha: 11 de enero de 2017
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