ESTA NUEVA ECONOMÍA
Nadie puede escapar al proceso transformador de las máquinas. Actualmente la tecnología, que en su día progresaba en la periferia de la cultura, está presente tanto en nuestras mentes como en nuestras vidas. La expresión humana, el pensamiento, la comunicación, e incluso la vida humana han sido invadidas por la tecnología. Actualmente vivimos una nueva economía creada por ordenadores cada vez más pequeños y por unas comunicaciones cada vez más amplias. Esta nueva economía representa un cataclismo tectónico de nuestra comunidad, un reordenamiento mucho más turbulento que el que ha producido el desarrollo de la tecnología informática digital.
Esta nueva economía tiene tres características específicas: Es global, apoya lo intangible-las ideas-, la información y las relaciones y está intensamente interconectada, generando un nuevo tipo de mercado y de sociedad, que tiene sus orígenes en redes electrónicas que están presentes en todas partes.
En todas las economías han existido las redes. La diferencia es que ahora las redes, realzadas y multiplicadas por la tecnología, invaden nuestras vidas tan intensamente que “el sistema de redes” se ha convertido en la metáfora más importante entorno a la cual se organizan nuestras ideas y nuestra economía.
Las nuevas reglas de la nueva economía define y describe diez dinámicas esenciales de este nuevo orden económico emergente. Estas reglas son principios fundamentales que constituyen la base de este nuevo territorio, debiendo ser consideradas como reglas empíricas, pero como cualquier regla empírica, estos principios no son infalibles.
La premisa fundamental de este libro es que los principios que rigen el mundo del soporte lógico – el mundo de los intangibles, de los medios de comunicación, del software- muy pronto regirán el mundo del soporte físico- el mundo de la realidad, de los átomos, de los objetos-.
Los secretos del comercio de intangibles se convertirán en los secretos de su negocio.
La nueva economía tiene que ver con comunicación, amplia y profunda. La comunicación es el fundamento de la sociedad, de nuestra cultura, de nuestra propia identidad cultural y de todos los sistemas económicos.
Ciertas tecnologías (como la del chip de circuito integrado) desencadenan la innovación y el desarrollo de otras tecnologías nuevas; estos catalizadores se denominan “tecnologías capacitadotas”. Ocasionalmente, en una economía, un sector económico apalancará poder y acelerará el avance de otros sectores. Estos sectores se pueden considerar como “sectores capacitadores”
A medida que el mundo de los chips y de las fibras de vidrio y de las ondas de transmisión va avanzando, el resto del mundo también avanza.
El átomo es el símbolo del siglo XX. El átomo gira por sí solo.
HAGA SUYA LA RED
El poder de la Descentralización
Es la metáfora de la individualidad. Pero el átomo es el pasado. El símbolo del siglo que viene el la red. La red es el arquetipo diseñado para representar todos los circuitos, toda la inteligencia, toda la interdependencia, todas las economías.
Mientras que el átomo representa la simplicidad bien definida, las redes representan la complejidad desordenada.
La red es nuestro futuro.
Dos nuevos avances tecnológicos totalmente nuevos “el chip de silicona y la fibra de vidrio de silicato” se han agrupado a una velocidad increíble. La intersección de estas dos innovaciones ha desencadenado una fuerza que nunca se había visto antes: el poder de una red ubicua.
La dinámica de nuestra sociedad, y particularmente nuestra economía, cada vez más se atendrá a la lógica de las redes. Comprender cómo funcionan las redes será fundamental para comprender como funciona la economía.
Todas las redes tienen dos elementos: nodos y conexiones. En la enorme red que estamos construyendo, el tamaño de los nodos está disminuyendo mientras que la cantidad y calidad de las conexiones está aumentando muchísimo.
Con el transcurso del tiempo, los chips están reduciendo su tamaño y su precio en una cantidad lo suficientemente importante como para poderlos introducir en todos los objetos que fabricamos.
Nosotros ya tenemos un chip, no precisamente de una PC, sino uno introducido en el coche, o en el equipo de música. Estos chips son poco inteligentes, sus ambiciones son limitadas. El chip que contienen los frenos de su coche no tiene que realizar cálculos matemáticos complejos o procesar videos; sólo tienen que frenar como un bulldog.
Como sus funciones son limitadas y su producción se puede realizar en grandes cantidades, la fabricación de estos chips poco inteligentes o “chips tontos” es súper barata.
Algo misterioso sucede cuando tomamos varias cosas que son bastante limitadas y las conectamos entre sí. Cuando entran a formar parte de un entramado o red, las inteligencias poco destacadas se vuelven realmente muy inteligentes.
Cuando permitimos que un objeto transmita una pequeña cantidad de datos y reciba información de su alrededor, cambiamos un objeto inerte por un nodo animado, vivo.
Lo fantástico de estos elementos conectados es que individualmente considerado, cada uno de ellos, no tiene que ser sofisticado. La economía interconectada confía en el poder de cada uno de sus bites conectados entre si para formar una red o entramado.
Las partes poco inteligentes, adecuadamente conectadas para formar una red, proporcionan resultados inteligentes.
Un trillón de chips poco inteligentes conectados en un centro de inteligencia constituyen un hardware. El software que utiliza es la economía interconectada.
El camino más seguro para progresar en las conexiones masivas consiste en explotar las fuerzas descentralizadas, -conectar lo separado-. El “Tree of Life” (http://phylogeny.arizona.edu/tree/phylomeny.html.) es un catalogo de taxonomía mundial que reúne a todas las especies vivientes en la Tierra en la Web. Este proyecto va mucho más allá de las capacidades de una persona o grupo. Pero una red descentralizada puede producir la inteligencia necesaria. Cada experto local proporciona sus propios datos ( de pájaros, helechos o medusas) para llenar algunos de los espacios en blanco. Como dice Larry Keely de Doblin Group, “Nadie es tan listo como todo el mundo.”
El modelo de Internet tiene varias lecciones aplicables a la nueva economía pero quizás la más importante es su adherimiento al poder de la red. Cuando las cosas suceden deprisa y vertiginosamente, tienden a situarse entorno a un control central. Mediante la interconexión de muchas partes sencillas en una confederación disoluta, el control corresponde tanto al centro como a cada una de las partes más inferiores o más externas, que colectivamente hacen que las cosas sigan su curso.
Adherirse a la red no implica el abandono y a entrega total a la misma.
Sin algunos elementos de autoridad procedentes de la cúpula, el control de los de abajo se bloqueará cuando haya muchas opciones. Sin algunos elementos de liderazgo, todos los que estén por debajo quedarán paralizados ante las distintas alternativas.
Varias pequeñas cosa conectadas entre sí para formar una red, generan un poder increíble. Pero este poder interconectado necesita un mínimo de gobierno desde arriba para maximizar su utilidad. En el momento de controlar, los niveles inferiores tienen muchas posibilidades. Lo que estamos descubriendo es que estas redes formadas por millones de partes iguales, con una supervisión mínima y con una conexión máxima, pueden hacer mucho más de lo que nadie se pueda imaginar.
Los grandes beneficios que obtendrá la nueva economía en las décadas futuras se deberán a la exploración y explotación del poder de las redes descentralizadas y autónomas.
Estrategias
Hacer que la tecnología sea lo más invisible posible: a medida que la tecnología es más ubicua, cada vez es más invisible. Cuantos más chips proliferen, menos advertiremos su presencia y cuanto más éxitos se consigan a través de la redes, menos seremos consientes de ello.
Distribuir el conocimiento: Utilizar el mínimo número de datos para mantener informados a todos los miembros que integran el sistema.
Si no funciona en tiempo real, está muerto: Las redes necesitan comunicación en tiempo real. Los sistemas vivos no se pueden dar el lujo de esperar toda la noche para procesar una señal entrante.
Cuente con ser más diferente: las hormigas nos muestran que prácticamente no existe nada en el mundo que no se pueda hacer más grande integrando una fracción de interacción en muchas copias del mismo, y después conectándolas a todas.
El juego en la economía interconectada consistirá en descubrir lo pequeño que se ha pasado por alto y averiguar la mejor manera de hacer que entre a formar parte de un entramado o red.
RENDIMIENTOS CRECIENTES
Éxito auto reforzador
Las matemáticas dicen que el valor global de una red aumenta igual que la raíz del número de los miembros que la componen. En otras palabras, a medida que el número de nodos de una red aumenta aritméticamente, el valor de la red aumenta exponencialmente[1]. La incorporación de unos cuantos miembros puede incrementar drásticamente el valor para todos los miembros.
Consideremos 4 conocidos; entre ellos hay 12 relaciones de amistad distintas en proporción de uno a uno. Si añadimos un quinto amigo al grupo, la red de amigos se amplia hasta 20 relaciones distintas; 6 amigos generan 30 relaciones. Cuando el número de personas es elevado, el número total de conexiones se puede estimar de una forma sencilla como n x n o n². De este modo mil miembros pueden tener un millón de amistades. La magia de n² es que cuando se anexiona un nuevo miembro más, está incorporando muchas más conexiones; obtiene más valor del que incorpora.
La tendencia de la red a explotar en valor matemáticamente, fue advertida por primera vez por Bob Metcalfe, el inventor de una tecnología de redes localizada denominada Ethernet. Esta tendencia de las redes a expandirse drásticamente nos lleva hasta el segundo axioma clave de la lógica de las redes: la ley de los rendimientos crecientes. La versión más simple sería algo así: el valor de una red se dispara a medida que aumenta el número de sus miembros y después la explosión del valor absorbe todavía a más miembros, incrementando el resultado. Un viejo dicho lo expresa de una forma muy sencilla: aquellos que más tienen, más obtienen.
En la economía industrial el éxito era autolimitador; obedecía a la ley de rendimientos decrecientes. En la economía interconectada; obedece a la ley de rendimientos crecientes.
A primera vista la ley de rendimientos crecientes puede parecer idéntica a la ya conocida noción de economías de escala: cuanto mayor es la producción, mayor es la eficiencia del proceso. Aunque ambas se basan en ciclos de retroalimentación positivos, entre ellas hay dos diferencias fundamentales.
En primer lugar, las economías de escala industriales incrementan el valor gradual y linealmente. Por otro lado, las redes incrementan el valor exponencialmente.
En segundo lugar, las economías de escala industriales se basan en esfuerzos hercúleos de una sola organización por superar a sus competidores creando más valor a partir de menos. Por el contrario, los rendimientos crecientes de un sistema interconectado son generados y compartidos por toda la red.
Estos ciclos de retroalimentación positivos se crean a partir de “externalidades de la red”. Cualquier cosa que crea o destruya valor que no puede ser incluido en los libros de contabilidad de nadie es una externalidad.
Uno de los motivos por los que los rendimientos crecientes y las externalidades de la red están atrayendo tanta atención es porque tienden a crear monopolios aparentes. Pero ¿ son verdaderos monopolios?. Desde ya que no son como ninguno de los monopolios de la era industrial. Los nuevos monopolios son diferentes en varios sentidos. Los monopolios tradicionales dominaban los productos básicos. En el nuevo orden económico, el dominio puede consistir no tanto en concentrarse en un solo producto como en ir incorporando cada vez más ramificaciones de la red de tecnología. La inaceptable trasgresión de los monopolistas tradicionales era que como monovendedores podían incrementar el precio y rebajar la calidad. Pero la lógica de la red, rebaja los precios y mejora la calidad de forma inherente. En la economía interconectada, la trasgresión inaceptable es la de suprimir la innovación, que es lo que sucede cuando se suprime la competencia. En realidad en una economía interconectada, son deseables los monovendedores. La economía interconectada engendrará monovendedores con gran fertilidad. Lo que es intolerable es la “monovación”- dependientes de una sola fuente de innovación-.
Estrategias
Coordinar Web más pequeñas: la forma más rápida de incrementar el valor de su red es ir agrupando las redes más pequeñas para que puedan actuar como una red más grande y obtener todo el valor n².
Crear circuitos de feedback: hay dos tipos de circuitos elementales: circuitos autorreguladores, que crean circuitos de feedback que se regulan a sí mismos y los circuitos auto reforzadores, que son circuitos que promueven el crecimiento desenfrenado; utilizando combinaciones de estas dos fuerzas es posible formar miles de circuitos complejos.
ABUNDANCIA, NO ESCACEZ
El valor fluye de la abundancia
Es la abundancia y no la escasez la que gobierna la economía interconectada. Los duplicados, réplicas y copias circulan en exceso. Esta abundancia: (a).- Genera valor. (b).- Permite abrir sistemas cerrados.(c).-Desencadena un inmenso número de oportunidades.
Consideremos la primer máquina de fax en 1965. A pesar de los millones de dólares invertidos, la máquina no tuvo ningún valor. Cero. La segunda máquina de fax que se fabricó, inmediatamente provocó la revalorización de la primera. Había alguien a quien se le podía enviar un fax. Como las máquinas de fax están conectadas dentro de una red, cada máquina de fax adicional que se entrega incrementa el valor de todas las máquinas de fax que estaban operando antes de ésta. Esto se denomina efecto fax. El efecto fax dictamina que la abundancia genera valor.
En la economía interconectada, cuanto más abundante son las cosas, más valor adquieren.
Esta noción se opone directamente a dos de los axiomas más importantes que heredamos de la era industrial.
Primer vieja axioma: El valor procede de la escasez.
Segundo viejo axioma: Cuando las cosas son abundantes, pierden su valor.
La lógica de la red da un giro total a esta lección industrial.
Antes los sistemas patentados o cerrados eran muy poco frecuentes porque los sistemas industriales eran relativamente poco complicados. Los sistemas patentados aumentaron su popularidad a medida que el avance tecnológico dificultó la réplica de un sistema sin la asistencia o sin la usurpación de patentes. Pero la economía interconectada recompensa más la abundancia de los sistemas abiertos que la escasez de los sistemas cerrados.
Cada vez que un sistema cerrado se abre, empieza a interaccionar más directamente con otros sistemas existentes, y de este modo adquieren todo el valor de estos sistemas.
El valor de un invento, compañía o tecnología aumenta exponencialmente mientras que el número de sistemas en los que participa aumenta linealmente.
La abundancia a la que se refiere la economía interconectada es una abundancia de oportunidades
Las redes producen fecundidad porque al conectar todo con todo, incrementan el número de las relaciones potenciales, y a partir de las relaciones llegan los productos, servicios y los intangibles. Una red es una fábrica de posibilidades. En una red, cuantas más oportunidades se aprovechen, más rápido aparecerán oportunidades nuevas.
La economía interconectada se rige por la abundancia. Expande ampliamente el número de las cosas, incrementa el número de los intangibles con facilidad, multiplica el número de conexiones exponencialmente y crea nuevas oportunidades repetidamente.
Tocar el mayor número de redes posibles: como el valor de una acción en la economía interconectada se multiplica exponencialmente por el número de redes a través de las cuales fluye la acción, le interesará tocar el mayor número de redes que pueda.
Maximizar las oportunidades de los demás: en todos los aspectos de su vida empresarial y personal intente que los demás construyan su éxito entorno a su propio éxito.
Evitar los sistemas patentados o cerrados: los sistemas cerrados cierran el abanico de oportunidades a los demás, haciendo que los puntos de apalancamiento sean escasos.
No intente refugiarse en la escasez: cada era viene marcada por la riqueza de aquellos que descubren cuál es la nueva escasez.
IR EN BUSCA DE LA GRATUIDAD
Por qué la red recompensa la generosidad
Los mejores productos del mercado, cada año son más baratos.
En la era de la información, rápidamente con el transcurso del tiempo los consumidores han pasado a contar con un nivel de calidad drásticamente superior a un precio drásticamente inferior.
El coste de fabricar algo, caerá con el paso del tiempo como una función del número acumulativo de unidades producidas. Cuanto mayor es la producción de una industria, mayor es su conocimiento del proceso de producción y mayor es a caída de sus costes. La curva descendente de los precios, propiciada por el proceso de aprendizaje de la organización, algunas veces se denomina curva de aprendizaje.
Las compañías más inteligentes se anticiparan a esta curva de aprendizaje. Las compañías muy inteligentes la acelerarán incrementando volúmenes.
Los chips informáticos todavía complican más la composición de la curva de aprendizaje. Los ingenieros utilizan el potencial de los ordenadores para crear directa o indirectamente la próxima versión mejorada de ordenadores, agilizando el ratio de la fabricación de chips y la caída de sus precios. A medida que los ordenadores son más inteligentes transferimos parte de esa inteligencia a la línea de producción, disminuyendo el coste de los productos fabricados y aumentando su perfección- incluidos los chips.
La caída del precio de los chips se conoce con el nombre de la Ley de Moore- en memoria a Gordon Moore, Ingeniero de Intel-. Dicha ley afirma que cada 18 meses, el precio de los chips informáticos se reduce a la mitad y su fuerza se duplica. Actualmente las telecomunicaciones experimentarán este fenómeno, pero en forma más brusca. Esta curva de la red se la conoce como Ley de Gilder, en la que se prevé que en el futuro previsible (los próximos 10 años), la amplitud de la banda de los sistemas de comunicación se triplicará cada 12 meses.
La conjunción del poder cada vez mayor de las comunicaciones con la disminución del tamaño de los nodos –poco inteligentes- a precios derrumbados lleva a Gilder a hablar de la ampliación de las bandas que tienden a la gratuidad. Lo que él quiere decir es que el precio por bit transmitido tiende a la gratuidad. El coste por bit disminuye tanto, que el coste por unidad para el consumidor tiende a la gratuidad. El coste sigue lo que se denomina una curva asintónica. En la curva asintónica el precio tiende a cero pero nunca llega a alcanzar dicho valor. La trayectoria de la curva se acerca tanto a la gratuidad que se comporta como si fuera gratis.
Como en la economía interconectada, los precios tienden hacia la gratuidad, lo mejor que se puede hacer es anticiparse a ese abaratamiento de los precios.
En realidad, todos los artículos que se pueden copiar, tanto los tangibles como los intangibles, se adhieren a la ley de la inversión del precio y se van abaratando a medida que su fabricación va mejorando.
En la curva d demanda y oferta tradicional, la curva de la oferta tiene un pendiente ascendente, aumentando la oferta potencial a medida que los precios van subiendo. En contraste, la teoría tradicional de la demanda sostiene que la demanda disminuye cuanto mayor es la oferta.
En el nuevo orden económico, a medida que se va imponiendo la ley de la abundancia y la tendencia a la gratuidad, estas dos curvas se invierten. Las curvas de oferta tienen una pendiente descendente en lugar de ascendente y las curvas de la demanda tienen una pendiente ascendente en lugar de descendente. Cuanto más se utiliza un recurso, mayor es su demanda. Una inversión similar se produce con la oferta- debido a la complejidad del aprendizaje - cuanto más hacemos algo, más fácil nos resulta hacer más de ello.
La oferta y la demanda ya no se mueven en función de la escasez de los recursos y de los deseos humanos. Ahora ambas se mueven en función de una sola fuerza en expansión: la tecnología.
La tecnología y el conocimiento están haciendo que la demanda crezca más deprisa de lo que están cayendo los precios. A lo largo del tiempo, cualquier producto realiza un viaje ascendiendo por el precipicio de la curva de precios invertida y descendiendo por la curva que tiende a la gratuidad.
Lo que hay que hacer, por lo tanto, es crear cosas nuevas que hagan bajar la pendiente, en pocas palabras, inventar artículos y servicios a una velocidad superior a la de su comercialización.
Si el valor de los productos y servicios aumenta con el número y si su precio disminuye con el valor, entonces la extensión natural de ese razonamiento dice que las cosas más valiosas deberían ser aquellas cosas que fuesen ubicuas y gratuitas.
Pero regalar un producto es una estrategia testada, de alto nivel, que cuenta con las nuevas reglas de la red. Debido a que la agregación de la tecnología de redes invierte los precios, el coste marginal de producir una copia adicional se aproxima a cero. A Netscape le cuesta 30 millones de dólares distribuir la primera copia del Navigator, pero distribuir la segunda solo le cuesta u$s 1 y como la venta de cada copia adicional incrementa el valor de las copias previas, y como cuanto más alto es el valor de una copia, mayor es el deseo de tenerla, regalar las copias parece muy extraño; pero una vez que haya conseguido demostrar que su producto es indispensable, la compañía vende servicios complementarios o más complejos.
Los teléfonos móviles se regalan para poder vender servicios de telefonía móvil.
La tendencia a la gratuidad es una ley universal
El software más popularmente utilizado para manejar Web sites se denomina Apache. Fue desarrollado y lo gestiona una red de voluntarios. Es gratuito. Todo el mundo puede acceder al código de origen del programa Apache y mejorarlo. « Si das a todo el mundo acceso a la fuente, todo el mundo se convierte en tu ingeniero ».
La economía del regalo es u tipo de economía en la que los miembros de la red ensayan cómo les iría en una economía en la que tendiera a la gratuidad y en la que anticiparan el abaratamiento de los productos y servicios.
El lanzamiento de productos “imperfectos” no se produce como consecuencia de una situación desesperada por reducir los costes; es la manera más inteligente de completar un producto cuando sus clientes son más listos que usted.
Estrategias
¿Qué puede regalar? El regalo no tiene ninguna fuerza a menos que sea decisivo para su empresa.
Actúe como si su producto o servicio fuera gratuito Los editores de revistas lo hacen. El precio de cobertura apenas cubre su coste de impresión, por lo que los editores se comportan como sin la estuvieran regalando. Con lo que gana dinero es con la publicidad.
Invertir en la primera copia: Esa es la única que dolerá. La segunda copia y todas las restantes tenderá hacia el abaratamiento, pero la primera será cada vez más cara y más intensiva en capital.
Desconecte es contador, cobre por la condición de miembro o cliente: El establecimiento de una tarifa fija o mensual es una manera de determinar el precio como si fuera gratis.
El mercado secundario es el mercado: el software es gratuito, pero el manual del usuario vale $10.000. No es broma, Cygnus Solutions, gana 20 millones de dólares al año vendiendo mantenimiento de software del tipo Unix gratuitamente.
ANTE TODO EMPIECE POR ALIMENTAR LA RED
Los afiliados a la red prosperan cuando la red prospera
La característica peculiar de las redes es que éstas no tienen ni un centro ni unos límites externos muy bien definidos. Dentro de una red todo es potencialmente equidistante del resto. Por lo que lo primero que modifica la economía interconectada es nuestra identidad. Ahora el único secreto es saber si está dentro o fuera de la red.
La lealtad individual abandona las empresas y se sitúa en las redes y en las plataformas de las redes.
Actualmente, identificar la red que se prefiere para hacer negocios es una de las tareas más importantes que deben llevar a cabo las empresas.
Las compañías afiliadas a una red experimentan una ampliación de sus fuentes y de sus opciones de distribución, y una caída de sus inversiones fijas y de sus requerimientos técnicos.
Cualquier red tecnológica sigue un ciclo de vida natural que se divide en tres fases:
· Preestádar
· Cambio
· Instauración
La estrategia de una empresa dependerá de la fase en la que se encuentra la red.
La fase preestándar es la más excitante. Este periodo está marcado por una gran innovación. Como no hay expertos, todo el mundo puede competir y paree ser que todo el mundo lo hace.
Las redes que se encuentran en la fase de cambio siguen una dinámica distinta. La abundancia de alternativas de la fase preestandar se va reduciendo gradualmente hasta dos o tres. Las redes necesitan un compromiso máximo.
Los efectos de la abundancia y de los rendimientos crecientes empiezan a notarse: más genera más. El nivel de incertidumbre es casi tan elevado como en la fase preestándar, pero el riesgo de cometer un error es mucho mayor.
La última etapa en el ciclo de vida de las redes es la fase de instauración en la que el nivel de aceptación de un estándar es tan elevado que se incorpora a la estructura de la tecnología y por lo tanto es prácticamente imposible deshacerse de él- por lo menos mientras la red exista.
En cualquier fase – los estandares tienen valor porque aceleran la innovación. Las organizaciones deben otorgar la máxima lealtad a su estándar común.
Para conseguir la máxima prosperidad, antes que nada hay que alimentar la red.
La determinación de estándares siempre es un proceso tortuoso, conflictivo. Al final el resultado es censurado universalmente ya que es el resultado de un compromiso. Para que una norma sea efectiva, su adopción debe ser voluntaria. Debe existir posibilidad de disentir para acogerse a otras normas alternativas en cualquier momento.
En la economía interconectada, hace falta muy poca energía para completar una simple transacción, sin embargo hace falta mucho más esfuerzo para llegar a un acuerdo sobre la pauta que se va a seguir en el momento de realizar dicha transacción.
En la nueva economía hay que conseguir llegar a un equilibrio entre el yin y el yang. El yin o aspecto positivo, es que los consumidores conservan la mayor parte de las ganancias en productividad que obtienen como resultado de la tecnología. Las mayorías de las mejoras de cada ciclo no se traducen en beneficios corporativos sino en precios más baratos y en niveles de calidad superiores para los consumidores.
El yang, o lado negativo, es que los consumidores tienen que tomar un número de decisiones interminables sobre qué comprar, qué normas respetar, cuando avanzar, etc. Esta es la razón que justifica que actualmente las sites más importantes de la Web sean “Megasites” que clasifican la abundancia y le indicar qué es lo mejor.
Como la economía interconectada es tan nueva, nosotros hemos prestado poca atención a la elaboración de normas y a la difusión de las mismas. Pero deberíamos tener en cuenta que, una vez implementada, una norma exitosa tiende a permanecer para siempre.
Llegará un momento en que las normas técnicas llegarán a ser tan importantes como las leyes.
Las normas no sólo afectan a la tecnología, también afectan cosas más delicadas y subjetivas como las opciones y relaciones y como la confianza. Son instrumentos sociales. Crean territorio social.
Una red es como un país. En un país los ciudadanos pagan impuestos y cumplen las leyes en beneficio del conjunto de la comunidad. En una red, los miembros de la red en primer lugar alimentan la Web en beneficio del conjunto de la comunidad.
Tanto en un país como en una red, el camino más seguro para prosperar, es que prospere el sistema. Para prosperar, antes que nada, hay que alimentar la Web.
A medida que la red va absorbiendo más cosas, muchos observadores han notado el desplazamiento gradual de la economía de materiales por la información. Incluso objetos industriales como los automóviles siguen nuevas reglas. El peso medio de un automóvil está disminuyendo y seguirá haciéndolo mientras la información vaya remplazando a la masa.
La nueva red tecnológica y la globalización aceleran el desmembramiento de los productos y servicios. La nueva dinámica de la información gradualmente irá reemplazando a la vieja dinámica de la industrialización hasta llegar al punto en que el funcionamiento a través de redes se convierta en el motor de la economía.
Las tres grandes corrientes de la economía interconectada son: globalización extensa, desmaterialización uniforme y regular hacia el conocimiento y formación ubicua y profunda de redes. Su invasión es uniforme, regular y auto-reforzadora. Su efecto combinado se puede traducir en una forma muy simple: la red gana.
Estrategias
Maximizar el valor de la red: Las redes se alimentan facilitando al máximo su participación en ellas. Cuanto mayor sea la diversidad de los miembros de la red, mejor.
Ir en busca del máximo común denominador: Debido a las leyes de la abundancia y de los rendimientos crecientes, las innovaciones más valiosas no son aquellas que maximizan los mejores resultados, sino aquellas que maximizan los resultados desde un punto de vista de amplitud. «lo amplio supedita a lo alto »
Tome partido por la red: Cada vez que tenga que tomar una decisión de tecnología, si peca por exceso al elegir el sistema más conectado, el más abierto, el estándar más ampliamente aceptada, siempre acertará.
EN LA CUMBRE DEJARSE LLEVAR
Después del éxito, renunciar
La naturaleza estrechamente conectada de la economía emergente hace que ésta se comporte como una comunidad biológica.
Rica, interactiva, y muy flexible en su forma, la economía interconectada se parece a una gran región geográfica en ebullición. Los competidores van surgiendo y después le engullen. Un día es el rey de la montaña, y al día siguiente la montaña ya no existe. Los biólogos describen la lucha de un organismo para adaptarse a este tipo de hábitat como una larga subida a una montaña, en la que la subida significa mayor adaptación. En esta metáfora, un organismo que está totalmente adaptado a los tiempos se sitúa en el pico de la montaña. Ahora imagínese una organización comercial en lugar de un organismo.
Todas las organizaciones cuando han de descubrir su pico o máximo de conveniencia óptima deben hacer frente a dos problemas: En primer lugar, cada vez es más difícil discernir qué colinas son las más altas y qué cumbres son falsas. Como el territorio económico es confuso y no tiene unos modelos globales, no existe la certeza de que una compañía que esté intentando subir una pendiente para lograr alcanzar un nuevo mercado puntero, en realidad lo único que esté haciendo sea subir por un camino un poco más largo que el de una colina.-
De este modo, tanto las compañías grandes como las pequeñas tienen que aprender a moverse dentro de su nuevo territorio. Tal como James Utterback, economista del MIT escribe: “Las empresas son remarcablemente creativas a la hora de defender sus tecnologías, las cuales generalmente sólo alcanzan unos niveles inimaginables de elegancia de diseño y de rendimiento técnico cuando su desaparición se puede predecir claramente.”
La mala noticia es que “quedarse atrapado en un pico local” es una realidad de la nueva economía.
La inestabilidad y el desequilibrio son la norma: la optimización no durará mucho tiempo. Una innovación, cuando está en su punto álgido, aumenta sus posibilidades de verse eclipsada. Cada una de las industrias, compañías, o productos desplazados se quedaron atascados en una cumbre local menos óptima.
Solo hay una salida. El organismo atascado tiene que desaparecer. Para poder pasar de una cumbre de éxito local a otra cumbre más elevada, primero hay que descender la montaña. Para hacerlo es preciso cambiar y durante un tiempo estar menos adaptado, encajar menos, ser menos óptimo. Habrá que hacer las operaciones de una forma menos eficiente, con menos perfección, en relación al nicho actual. El problema es que las compañías consideran que es totalmente impensable e imposible renunciar al éxito. Simplemente no hay posibilidad de que una empresa lo deje perder, y cuanto mejor es la compañía, menor es la posibilidad de renunciar. Pero para tener la oportunidad de volver a ascender, tiene que descender y extinguir el riesgo.
El economista Joseph Schumpeter denomina al progresivo de destrucción del éxito “destrucción creativa”. Es un término adecuado. Teniendo en cuenta que la perfección requiere un acto de voluntad brutal. Y que se puede hacer mal. El guru del management, Tom Peters, afirma que ahora a los líderes corporativos se les exige el cumplimiento de dos tareas: primero construir, y más tarde derribar con habilidad, y que estas dos tareas requieren unos temperamentos tan diametralmente opuestos que es imposible que una misma persona desempeñe ambas. Aconseja que una compañía que se encuentre en el rápidamente cambiante territorio de la economía interconectada, nombre un director de destrucción.
No puede haber competencia en innovación a menos que no haya competencia en la demolición de lo establecido.
No hay nada malo en la perfección. Encajar perfectamente en un nicho, servir óptimamente a los clientes, tratar de alcanzar el punto más alto de la perfección –éstas siempre serán las metas de cualquier empresa- o individuo. Ahora bien, conseguir una gran éxito con un producto o servicio tiende a bloquear una visión más amplia, más extensa de las oportunidades disponibles en la economía como un todo, y rápidamente cambiante terreno que hoy por delante. Las compañías legendarias, antiguas, siempre están mirando con intensidad hacia el exterior. Son capaces de identificar un pico global y de distinguirlo de muchos picos falsos. De este modo, es mucho mejor mantener una perspectiva abierta al exterior que siempre vaya en busca de nuevas montañas que ascender.
Esta perspectiva abierta es lo más importante de la nueva economía porque la perfección ya no es un acto aislado. Una empresa tiene que explorar ampliamente, fuera de su posición favorable actual, y algunas veces contrariamente a la misma.
Abandonar en la cumbre no es un acto contra la perfección sino contra la ineficacia a largo plazo.
Los Economistas, Paul Milgrom y Jhon roberts, estudiaron las competencias de un gran número de empresas manufactureras modernas, y llegaron a la conclusión de que las competencias de las compañías tendían a concentrarse en grupos o en gremios de técnicos. Esta agrupación natural de características hace muy difícil a los competidores desafiar a una compañía exitosa.
Para que una empresa pueda ser completamente efectiva debe adquirir todo el conjunto de habilidades simultáneamente.
La agrupación natural de características también dificulta enormemente la renuncia al liderato. Para renunciar hay que ir en contra de las mejores cualidades de una organización al mismo tiempo.
El entramado de competencias, que les proporciona sus ventajas, se convierte en una desventaja en el momento del cambio. En la economía interconectada, las habilidades de los empleados individuales están más estrechamente relacionadas, las actividades de departamentos diferentes más estrechamente coordinadas, los objetivos de distintas empresas son más interdependientes.
Cuanto mejor haya sido el proceso de integración de las capacidades de una empresa, más difícil resulta modificar sus conocimientos o competencias cambiando sólo un poco. Estas empresas exitosas suelen fracasar más en épocas de muchos cambios.
Puesto que los grupos de competencias o técnicas limitan (y defienden) a una organización, generalmente es mucho más fácil crear una organización nueva que modifica una organización exitosa antigua.
Este es uno de los principales motivos que explican por qué la economía interconectada es tan rica en empresas de nueva creación. Crear una nueva empresa es una manera menos arriesgada de formar un conjunto de nuevas competencias apropiadas que intentar reorganizar una empresa ya establecida, cuyas relaciones de interconexión se resisten al desmembramiento.
Las simulaciones informáticas de la evolución, particularmente las realizadas por David Ackley, un investigador de Bellcore, demuestran que el origen de las mutaciones que finalmente invaden una población está en los márgenes geográficos del conjunto de la población. Después tras un período de “pruebas” en los márgenes, los mutantes consiguen ponerse a la cabeza con sus mejoras y se convierten en la mayoría.
En los extremos, las innovaciones no tienen que presionar la inercia de un orden establecido; en su mayoría están compitiendo contra otros mutantes. Los extremos también conceden más tiempo a un organismo nuevo para solucionar sus problemas sin tener que enfrentarse a los organismos altamente evolucionados. Una vez que los mutantes se perfeccionan, sin embargo, éstos arrasan rápidamente el viejo orden y en seguida pasan a ser la forma dominante.
Para maximizar la innovación maximice los márgenes.
Fomente las fronteras, el exterior, y el aislamiento temporal donde la chispa de la diferencia puede hacer estallar lo nuevo. El principio del trabajo experimental juega un papel de vital importancia en la economía interconectada.
Las reglas básicas del éxito son eternas: servir a los consumidores obsesivamente, mejorar la calidad, aventajar a los competidores, pasárselo bien. El éxito es un tipo de inercia. La ley de los rendimientos crecientes lo puede incrementar pero el éxito continúa su impulso hacia la cumbre, pero actualmente la cumbre es muy inestable. Estar en la cumbre cuando lo que hay debajo son arenas movedizas es muy arriesgado. Para cualquier persona cuerda, el éxito debería producir paranoia.
La ventaja competitiva es para el más diestro y maleable, para el más flexible y más rápido. La velocidad y agilidad triunfan sobre el tamaño y la experiencia. La rapidez en descubrir lo nuevo es sólo la mitad de la ecuación; la rapidez en abandonar es la otra importante mitad.
De todas las lecciones que puede ofrecernos la biología cuando empezamos a organizar una economía interconectada, la de la necesidad de abandonar nuestros éxitos será la más difícil de aplicar.
Estrategias
No confunda una visión clara con una distancia corta. Lo terrible de renunciar es que una empresa debe permanecer intacta mientras va descendiendo entre las montañas del éxito hacia los duros desiertos. La empresa tiene que seguir siendo más o menos rentable en el proceso de renuncia.
Extienda la red. Para atravesar el valle con éxito, sólo hay una estrategia posible: no hacerlo solo. Ahora, las firmas establecidas hacen lo que deberían hacer: crear docenas, en incluso cientos, de alianzas y asociaciones; intentar entrar a formar parte del mayor número de redes y causas comunes posibles, compartiendo el riesgo por medio de una web.
Cuestionarse el éxito. No hay que renunciar a todos los éxitos drásticamente, pero sí hay que cuestionarse todos los éxitos drásticamente. Debe considerarse todas las innovaciones posibles, incluso aquellas que no están “en la misma montaña”. Esté al tanto de cualquier mejora por pequeña que sea.
La búsqueda como una forma de vida. En la economía interconectada, nueve de cada diez veces, su principal competidor no será de su mismo sector. En tiempos turbulentos, cuando nada es permanente, es fundamental dedicarse en cuerpo y alma a la búsqueda de lugares en los que surgen innovaciones.
DE LUGARES A ESPACIOS
Hacer un tipo de grande diferente
La geografía esta acabada. El lugar todavía importa, y seguirá importando durante mucho tiempo. Sin embargo, la nueva economía opera más bien en un “espacio” que en un lugar y, con el tiempo, cada vez más transacciones económicas se trasladarán a este nuevo espacio.
A Tom Peters, el gurú del management, le gusta enturbiar los días de los aturdidos directores generales estadounidenses proclamando: “Piensen en Asia, Latinoamérica, Europa del Este!, son países listos, rápidos y baratos. Y están aquí al lado. Ahora, su peor pesadilla de un competidor sólo está a una octava fracción de un segundo!”. Esto es lo máximo que tarda una señal en viajar de un extremo del globo a otro.
Las reuniones cara a cara en tiempo real seguirán conservando su valor irremplazable. Por lo tanto, los desplazamientos aéreos aumentarán en la medida en que la comunicación a través de Internet vaya aumentando. Por lo tanto, las ciudades reservarán unos lugares en los que no habrá retrasos de una octava fracción de segundo.
Los seres humanos habitarán en lugares, pero cada vez mas la economía habitará en espacios.
Un lugar está limitado por cuatro dimensiones. Para que dos cosas sean adyacentes, deben coincidir en uno de sus cuatro ejes: arriba/abajo, izquierda/derecha, detrás/delante (x, y, z), y tiempo.
Un espacio, a diferencia de un lugar, es un entorno creado electrónicamente. Es donde cada vez más se desarrolla la economía. A diferencia de un lugar, el espacio tiene unas dimensiones ilimitadas. Las entidades pueden ser adyacentes de mil maneras diferentes y en mil direcciones diferentes. Una persona en un espacio electrónico se puede comunicar con 10 millones de personas al mismo tiempo, o participar en un juego con otras 20.000 personas, acciones que serían imposibles en un espacio físico.
Los espacios no están limitados por la proximidad. La ventaja de los espacios no se debe tanto a su virtualidad no geográfica como a su habilidad ilimitada para absorber conexiones y relaciones.
El concepto técnico de “espacio surgió de las ciencias matemáticas y de la informática. El espacio es un término utilizado por los científicos para describir sistemas complejos; sistemas muy complejos que tienen su propia dinámica específica. El concepto de espacio resulta particularmente útil a la hora de describir la forma generalmente imprecisa e indefinida de las redes. A medida que la economía se va infiltrando en las redes, sustituye un mercado físico por un espacio de mercado conceptual.
La economía interconectada sustituye lugares por espacios.
La economía interconectada manifiesta los siguientes comportamientos basados en el espacio:
· Un tipo de grandeza diferente.
· Agresiva formación de grupos.
· Autoridad de homólogos.
· Reintermediación.
La Economía industrial hizo posible vivir junto a la fuente de todos los productos que todos los consumidores deseaban.
Por ejemplo, entre usted y el coche de sus sueños hay una colección de mineros, fundidores, ingenieros, fabricantes, tendido viario, salas de exhibición de automóviles, y vendedores. Cada uno de estos agentes participó en la elaboración del producto o servicio; algunos terminando el producto, y algunos simplemente llevándolo físicamente hasta usted. En teoría empresarial esta línea se denomina cadena de valor. Cada eslabón intermedio en la larga cadena de creación incorporaba una cierta cantidad de valor adicional, justificando el coste que el eslabón incorporaba al precio final del producto.
Uno de los primero efectos más apreciables de los ordenadores y de las redes de comunicaciones fue la forma alarmante en la que interrumpieron las cadenas de valor tradicionales. El futurista Paul Saffo califica a las múltiples interacciones necesarias para sobrevivir en la nueva economía de cambio “de la cadena de valor a la web de valor”.
En el espacio del mercado de las redes, el valor fluye a través de la webs.
En la era industrial no había ninguna tecnología que permitiera hacer esto, por lo que se sustituyó el sistema de ventas por una red de información.
El sector bancario fue el primero en advertir este progresivo desplazamiento de los intermediarios.
La red prometió una alternativa para acabar con el sistema de espacio limitado de las estanterías que obstaculizaba el debut de nuevas novelas, nuevos álbumes, y nuevos productos en cualquier tipo de tienda. Con la web, el espacio era ilimitado ¡Todo el mundo triunfaba en las tiendas!
Ahora bien, la tecnología de las redes no elimina a los intermediarios, sino que los amplía. Las redes son la cuna de los intermediarios.
Allí donde entran las redes, entran los intermediarios. Cuantos más nodos, más intermediarios.
Es tan barato completar una transacción desde prácticamente cualquier lugar, en cualquier momento, que fracciones mínimas de valor, derivadas de los microcostes de las transacciones, se pueden insertar quirúrgicamente en cualquier tipo de procesos y productos
El espacio de mercado de la nueva economía puede albergar muchos más intermediarios que el del mercado de la vieja economía. A medida que las redes proliferan, también prolifera el solapamiento de grupos de intermediarios de intereses coincidentes.
En el espacio de las redes, el tamaño se mide de un modo diferente. La nueva organización es plana, se expande lateralmente, es difusa, tiene núcleos agrupados, y el centro abultado. Las compañías cambiarán más de forma que de tamaño.
La industrialización hizo énfasis en las eficiencias de la producción en serie a gran escala que, rápidamente, llevó hasta el consumo en masa y a la sociedad masificada, dejando atrás el carácter de lo mediano.
El razonamiento de lo moderno era: debe atraer a todo el mundo o sólo a mi. Ni la sociedad de masas ni el culto a lo personal estaban equipados para moverse dentro de la dinámica peculiar de lo mediano.
La economía interconectada fomenta el espacio mediano. Proporciona tecnología (que la era industrial no pudo suministrar) para alimentar prodigios de tamaño mediano.
La tecnología para la producción en masa permanecerá. La tecnología para la producción personalizada incrementará. Pero por primera vez tenemos tecnología adecuada para un tamaño más pequeño que la masa y más grande que el individuo. Tenemos una tecnología de red y web, llena de medianías.
El futurista Alvin toffler afirma: “La era de la sociedad de masa se ha acabado”. Indica cuáles son las pérdidas: “Fin de la producción masiva. Fin del consumo masivo. Fin de la educación masiva. Fin de la democracia masiva. Fin de las armas de destrucción masiva. Fin del entretenimiento masivo”.
En su lugar: un mundo de sectores desmasificados. Sectores de producción, sector de consumo, sector ocio, sector educación. Sector mundo. Comunidades. Grupos de afinidad. Clubes. Grupos de intereses especiales. Clanes. Subculturas. Tribus. Cultos. (En este mundo no hay nada utópico). En lugar de tecnología de masas de las retransmisiones televisivas, ahora tenemos redes alternativas.
Para hacer un centro comercial hace falta un pueblo. La comunidad precede al comercio.
El espacio electrónico fomenta las comunidades medianas. La arquitectura de la red puede alimentar audiencias de tamaño mediano y comunidades unidas por intereses comunes (nichos de mercado).
La lógica de la red apoya el espacio mediano en varios sentidos.
En primer lugar, la caída de los costes de información permite que se puedan encontrar, y más tarde poner en contacto, dos aficiones de un modo mucho más eficiente que en el pasado.
En segundo lugar, envío de mensajes simétricos, videos, audio, espacios 3D, realizan los atractivos de la experiencia de una comunidad virtual, que una vez fueron muy escasos, conservando la comunidad durante más tiempo.
En tercer lugar, la ubicuidad del dinero electrónico en la red supone que cada nicho tiene la capacidad para iniciar una economía propia.
En cuarto lugar, la naturaleza colapsadota de fronteras de la economía interconectada implica que teóricamente las comunidades embrionarias pueden llegar a tener un gran número de miembros potenciales. La ley de los rendimientos crecientes puede convertir un pequeño interés en un interés mediano. Donde antes había un único fanático para cada idea, ahora hay una página web para cada idea de un fanático; muy pronto puede haber hasta 10.000 entusiastas para cada fascinación.
La principal ventaja de las redes de competidores –que la información fluye a través de la web de nodos iguales- es al mismo tiempo la principal desventaja de las redes.
La red cambia los medios de masas por medios de confusión.
En el nuevo medio de confusión, predominan los rumores, la conspiración, y la paranoia. Estos siempre han sido los puntos más débiles de las comunidades.
Estamos a punto de entrar en un mundo en el que prácticamente es posible cualquier tipo de empresa.
Estrategias
El único límite que tiene una red está afuera.
La red crea una fuerza implacable que empuja todo desde el interior hacia los límites exteriores. Como dentro queda muy poco, la acción se dirige hacia el perímetro.
Estar preparado para grupos de multitudes. Los espacios electrónicos trastornan a una multitud de visitantes: pueden aparecer de repente y desaparece de repente. Por ejemplo, en la víspera de las elecciones norteamericanas del año 1996, la página web de la CNN experimentó 50 millones de intentos de conexión. Al día siguiente, la multitud había desaparecido. La naturaleza de los espacios permite acomodar una multitud cuando llega, hay que estar preparado, equipado.
LA ARMONIA NO EXISTE, TODO FLUYE CONTINUAMENTE
En busca del desequilibrio sostenible
A medida que las redes se han ido introduciendo en nuestro mundo, la economía cada vez se parece más a una ecología de organismos, interconectados y coevolucionando, constantemente como un flujo, profundamente entrelazados, y siempre expandiendo sus límites. Sabemos que en la naturaleza el equilibrio no existe; a medida que la evolución avanza, existe una desorganización permanente ya que las nuevas especies van desplazando a las antiguas, los biomas naturales van modificando su estructura, y los organismos y el medio ambiente se van modificando unos a otros.
Las compañías aparecen y desaparecen rápidamente, las carreras son retazos de vocaciones, las industrias son agrupaciones indefinidas de empresas fluctuantes.
Alvin Toffler en 1970, aportó la expresión “shock del futuro” como una respuesta razonable de los seres humanos a una era de cambio acelerado.
Pero la economía de la red ha pasado de cambiar a fluir.
El flujo es una fuerza creativa de destrucción y génesis. Este estado destroza lo que hay y crea una plataforma para más innovación y nuevos nacimientos. Se podría considerar como un “renacimiento constante”. Y los resultados de su génesis muy próximos al límite del caos.
La estabilidad a largo plazo sólo se puede conseguir promoviendo el flujo.
La vitalidad sostenible de una red compleja requiere que la red siga intentando mantenerse alejada del equilibrio.
Si el sistema alcanza el equilibrio y la armonía, finalmente acabará estancándose y muriendo.
La innovación es desequilibrio, la innovación constante es el desequilibrio permanente. Este parece ser el objetivo de una red bien estructurada: mantener un desequilibrio permanente.
El lado oscuro del flujo es que la nueva economía está basada en la extinción constante de las compañías individuales a medida que van siendo dejadas atrás por las compañías más nuevas de nuevos sectores. Las industrias y los puestos de trabajo también experimentan este cambio.
Las redes son inmensamente turbulentas e inciertas. La perspectiva de destruir constantemente lo que ahora está construido hará que el shock del futuro parezca controlado. La economía interconectada está tan preparada para generar novedades que podemos vivir esta incesante oleada de nacimientos como un tipo de violencia.
En un sentido poético, el principal objetivo de la nueva economía es reestablecer –compañía por compañía, industria por industria- la economía industrial.
En realidad, naturalmente, el cortejo industrial no se puede restablecer. Pero se puede crear una red más extensa de organizaciones nuevas, más ágiles, más estrechamente conectadas entre sí entorno a él.
Lo que la economía interconectada practicará de ahora en adelante es un flujo selectivo. El tipo de cambio adecuado, en las dosis adecuadas. En casi todos los aspectos éste es el tipo de cambio al que nos referimos cuando hablamos de innovación.
Actualmente, la palabra “innovación” es tan común que su verdadero significado está escondido. Un paso realmente innovador no es ni demasiado formal ni obvio, ni demasiado grande. El paso innovador es un cambio que no es ni una variación casual o fortuita, ni una variación tan terrible como para no poder ser apreciada.
Una innovación auténtica es lo suficientemente diferente como para ser peligrosa. Es el cambio que está al límite de lo ridículo. Flirtea con los límites del desastre, sin sobrepasarlos. La verdadera innovación da miedo. Es cualquier cosa menos armonía.
El flujo selectivo de la innovación penetra en la economía interconectada del mismo modo que la eficiencia penetra en la economía industrial. La innovación y el flujo saturan la totalidad del espacio emergente de la nueva economía. La innovación es líder en:
Nuevos productos
Nuevas categorías de productos
Nuevos métodos para hacer productos viejos y nuevos
Nuevos tipos de organizaciones para hacer productos
Nuevas industrias
Las empresas todavía necesitan ir en busca de la excelencia, calidad de servicio, reorganización, y tiempo real, pero nada simboliza tanto la finalidad fundamental de esta nueva economía como el tornado de la innovación.
Los mejores sistemas tienen esta calidad de vida de pocas reglas y proximidad al caos.
Mantener la innovación es particularmente difícil ya que ésta fluye a partir del desequilibrio creativo.
Para conseguir mantener la innovación hay que intentar mantener el desequilibrio. Mantener el desequilibrio significa que hay que ir en busca del desorden sin llegar a sucumbir en él o a recrearse en él.
Por definición innovar significa romper con los modelos establecidos, lo cual quiere decir que hay una tendencia a saltarse las fórmulas.
El cambio se produce en varias proporciones. Hay cambios en el juego, cambios en las reglas del juego, y cambios en el proceso de cambio de las reglas.
Tanto en la teoría como en la práctica, la economía interconectada es un sistema que alberga muy poca armonía o estabilidad. La economía interconectada, en cambio, es un sistema que cada vez requerirá más flujo e innovación. El arte del cambio prudente, de la diferencia peligrosa, será totalmente recompensado.
Estrategias
Deslícese por el límite del caos. Pague el precio del cambio radical: desapruebe la redundancia, la ineficacia y reciba con los brazos abiertos lo bien hecho.
Explote el flujo en lugar de rechazarlo.
No puede instalar complejidad. Las redes tienden a rechazar el cambio drástico a gran escala. La única manera de implementar un sistema nuevo importante es cultivándolo. Para cultivar una red grande, hay que empezar con una red pequeña que funcione, y poco a poco ir incorporando nodos y niveles más sofisticados.
Preservar el núcleo, y dejar que el resto fluya.
TECNOLOGÍA DE RELACIONES
Empezar por la tecnología. Acabar con la confianza
El imperativo económico fundamental de la economía interconectada es la ampliación de las relaciones.
Todos los aspectos de una empresa conectada, desde su hardware hasta su organización distribuida, están pensados para incrementar la cantidad y la calidad de las relaciones económicas.
La red es una estructura pensada para generar relaciones.
Cada variedad de conexión en una red genera una relación: Entre empresas y otras empresas, entre empresas y clientes, entre clientes y el gobierno, entre clientes y otros clientes, entre empleados y los empleados de otras empresas. Entre clientes y máquinas, entre máquinas y máquinas, objetos y objetos, objetos y clientes. La complejidad y sutilidad de las relaciones generadas en el marco de una economía interconectada es ilimitada.
Las telecomunicaciones y el globalismo están creciendo, aumentando y transformando el estado ordinario de las relaciones en un estado desenfrenado de hiperrelaciones a larga distancia, en todo momento, en todos los lugares, de diversas formas.
En las redes, los miembros se relacionan como iguales, homólogos con poder y oportunidades similares.
En la economía interconectada la barrera entre los clientes y los empleados de una empresa muchas veces desaparece.
Cuando todo el mundo está conectado a una red, es imposible decir de qué lado está cada uno. ¿Quién trabaja para quién?.
Las nuevas relaciones desdibujan los papeles de los empleados y de los clientes hasta el punto de producirse una unidad. Revelan al cliente y a la compañía como una sola unidad.
La red sigue rompiendo las viejas relaciones entre productores de bienes y consumidores de servicios. Ahora, los productores consumen y los consumidores producen.
En la economía interconectada, producción y consumo se fusionan creando un único verbo: “presumir”.
Prosumidor es un término inventado por Alvin Toffler en 1970 en su libro, El Shock del Futuro. Actualmente los “prosumidores” están por todas partes, desde los restaurantes en los que uno se sirve su propia cena, hasta las áreas de autoatención médica, en las que uno hace tanto de médico como de paciente.
El futuro del “prosumismo” se puede ver más claramente a través de la red, donde algunos de los mejores productos los producen los mismos que los consumen.
El mundo esta lleno de clientes a los que les han dado una serie de herramientas con las cuales pueden realizar un producto según sus propias especificaciones particulares (Personalización masiva).
Si los clientes participan en la creación el producto es mucho más probable que se sientan satisfechos con el resultado final. Han comunicado a la empresa cuáles son sus gustos, y la empresa ahora tiene un cliente con el que mantiene una relación mucho más estrecha que antes.
El modo de relacionarse con el cliente íntimamente hasta el punto de fomentar el prosumismo, se puede articular como una seria de objetivos o metas progresivos:
1. Crear lo que el cliente desea. Personalizar el producto. Personalización masiva.
Una enorme oleada de información y confianza debe fluir entre los consumidores y los creadores para poder crear exactamente lo que el cliente desea.
2. Recordar lo que el cliente desea.
La empresa debe hacer un gran esfuerzo para recordar las preferencias del cliente.
Don Peppers y Martha Rogers, autores del increíblemente perspicaz libro Entreprise One to One, afirman: “Una relación de aprendizaje entre un cliente y una empresa se van haciendo cada vez más inteligente con cada interacción individual, definiendo todavía más detalladamente las propias necesidades y preferencias del cliente. Cada vez que un cliente hace su pedido en realidad lo que el cliente está haciendo es dar más información al departamento de compras sobre los productos que compra normalmente y sobre la periodicidad con la que los consume”.
Como en una relación invierten los dos miembros que participan en ella, su valor aumenta el doble de rápido que cuando invierte un solo miembro.
El coste de cambiar relaciones es elevado.
3. Anticiparse a los deseos del cliente, incluso antes de que éstos lleguen a manifestarlos.
4. Cambiar los deseos del cliente.
La economía interconectada futura ha cambiado. La intención de la tecnología de redes es conseguir que el cliente sea más inteligente. Para ello puede que haya que compartir con el cliente algunos conocimientos que antes eran exclusivos de la empresa.
El que tenga el cliente más listo o inteligente es el que gana.
La red tiende a desmantelar la autoridad y a trasladar la lealtad a grupos de homólogos o iguales.
En El Shock del Futuro, Alvin Toffler dice lo siguiente: “Como una bala choca contra un cristal, el industrialismo hace añicos las sociedades, descomponiéndolas en miles de grupos especializados… cada uno de ellos a su vez subdividido en una unidades cada vez más pequeñas y cada vez más especializadas. Un ejército de subculturas va surgiendo: jinetes de rodeos, musulmanes negros, motociclistas, cabezas rapadas, y todos los demás”.Esa descomposición inicial ha dado lugar a la aparición de varios miles de subculturas en la actualidad. Para cada una de las aficiones del mundo, ahora hay una página web. Lo que la industrialización empezó descomponiendo, la economía interconectada lo está recomponiendo mediante la agrupación y la dedicación especializada. La web de los pequeños fragmentos es ahora el universo del momento.
Con la llegada de las tecnologías relacionales a través de la red, el papel de cliente gana importancia y el mismo tiempo también se le exige más. Alan Weber, fundador de la revista de negocios de la nueva economía Fast Company, dice: “La nueva economía empieza con la tecnología y termina con la confianza”, “El trabajo más importante de la nueva economía es el de crear conversaciones. Las buenas conversaciones se refieren a la identidad. En último término, la conversación conduce a la confianza”.
La confianza se convierte en lo que Weber denomina “un imperativo empresarial”.
Las empresas deberían considerar la privacidad no como una especie de obsesión inconveniente de los clientes que deberán intentar sortear, sino más bien como un modo de cultivar una relación auténtica.
Las respuestas típicas de las empresas a las objeciones de los clientes cuando les piden más información personal es: “Cuanta más información tengamos de usted, mejor será el servicio que le podamos ofrecer”.
Uno de los principales objetivos de la economía interconectada es reestablecer la simetría de conocimiento.
Los identificadores de llamadas, números teléfono que no contestan en la guía telefónica, historiales médicos personales, perfiles codificados, seudónimos temporales, firma digitales, passwords biométricos, etc. Todas ellas son tecnologías que utilizaremos para resolver la complicada tarea de crear relaciones y confianza en una economía interconectada.
Las relaciones, por otra parte, son indefinidas, imprecisas, complejas, innumeradas, informales, polifacéticas. Muy parecidas a la propia red.
Actualmente, las fronteras más importantes de la red son los lugares en los que se están desarrollando estas tecnologías.
La economía interconectada se basa en la tecnología, pero sólo se puede construir a partir de las relaciones. Empieza por los chips y acaba con la confianza.
El valor de una tecnología se determina en función de su capacidad para facilitar un incremento en la actividad relacional.
El imperativo de la economía interconectada es el de maximizar los talentos exclusivos de los seres individuales a través de sus relaciones con los demás. Las dimensiones de la relación se extienden tanto hasta lo desconocido como hasta lo conocido. Es uno de los muchos misterios de la condición humanan que entrarán a formar parte de las tecnologías de la economía interconectada.
Estrategias
Intentar que sus clientes sean tan inteligentes como usted. Cualquier esfuerzo que realice una empresa por aprender de sus clientes, debería ser compensado con un esfuerzo similar para educar a sus clientes. La regla es muy simple: el que tiene los clientes más inteligentes es el que gana.
Conectar a todos los clientes entre sí. No hay ninguna fuerza más poderosa en la economía interconectada que un grupo de clientes conectados.
En igualdad de condiciones, elegir la tecnología que conecte. Si tiene dudas en relación a qué tecnología comprar, decídase por aquella que ofrezca la oportunidad de conectarse lo más ampliamente posible, con la mayor frecuencia, y con la mayor diversidad.
Considere a sus clientes como empleados. No es fácil conseguir que los clientes hagan lo que solían hacer los empleados. Los clientes quieren participar en cierta medida en la creación de lo que utilizan.
OPORTUNIDADES ANTES QUE EFICIENCIAS
No trate de resolver los problemas, vaya en busca de las oportunidades
Los seres humanos por regla general construyen un poco más de lo que destruyen, y crean un poco más de lo que utilizan. Este proceso se denomina gran asimetría. La gran asimetría radica en la webs, en las entidades estrechamente interconectadas, en el feedback autorreforzador, en la evolución conjunta y en diversos circuitos de rendimientos crecientes que llenan un ecosistema. Como en la vida cada especie nueva contribuye a la creación de un nicho para que lo ocupen otras especies nuevas, cono que cada organismo adicional ofrece la posibilidad de que otros organismos vivan a partir de él. El total acumulativo se multiplica mucho más deprisa que sus imputs; por eso siempre hay un exceso de oportunidades en un solo sentido.
Lo que la gran asimetría va a cumulando no es dinero, ni energía, ni cosas materiales. El origen de la riqueza económica está en las oportunidades.
Una cantidad constante y regular de atención humana y de investigación de nuevas herramientas, al descubrimiento de nuevas diversiones y a la creación de nuevas necesidades.
Consideremos, por ejemplo el correo electrónico. A diferencia de la propaganda tradicional, un anuncio a través de correo electrónico vale exactamente lo mismo si se envía a una sola persona que si se envía a un millón. ¿De donde se puede sacar un millón de direcciones? La gente inocentemente envía sus direcciones a través de Internet. Todo este intercambio de direcciones sugirió una oportunidad a los programadores. A uno de ellos se le ocurrió la idea de crear un robot limpiador o recogedor. Un robot que recorre todo Internet buscando frases que contengan el símbolo de correo electrónico ( arroba), supone que es una dirección, la guarda y después elabora listas de todas la direcciones y las vende a $ 20 por cada mil direcciones a los que se dedican a enviar correo comercial.
La aparición de robots recogedores generó la creación de nichos para los robots diseñado para desechar el correo comercial. Las compañías que venden acceso a Internet siembran la red de direcciones de correo falsas para que cuando los robots recogedores capten las direcciones y estas sean utilizadas por los anunciantes, el proveedor de Internet sea el que reciba el correo y le pueda seguir la pista para averiguar su procedencia.
Cada innovación genera una oportunidad para que dos innovaciones puedan llegar a tener éxito. Todo lo que sabemos de la economía interconectada sugiere que ésta estimulará esta efervescencia de oportunidades por los siguientes motivos:
· Cada oportunidad lleva implícita una conexión.
· Las redes aceleran la transmisión de oportunidades que surgen y las innovaciones que se crean, invitando a la creación de más oportunidades a partir de ellas.
Se dice que las empresas están para resolver problemas. Identifique algún aspecto con el que sus clientes se sientan descontentos, dicen los MBAs, y después busque una solución. Este pequeño y viejo consejo invita a las empresas a ir en busca de los problemas. En palabras de Peter Druker “no solucione los problemas”. George Gilder todavía destila la esencia en poco más “Cuando está solucionando problemas, está alimentando sus fracasos, agotando sus éxitos y alcanzando la costosa mediocridad”
No solucione los problemas, aproveche las oportunidades. Se puede ganar más generando nuevas oportunidades que optimizando las oportunidades ya existentes.
El aumento de la eficiencia nos aportó la economía moderna. Al producir más output por imput empleado, tenemos más productos a precios más baratos. El factor productividad es tan importante para el crecimiento económico que se ha convertido en la unidad de medida económica principal.
La productividad, sin embargo, es exactamente aquellos por lo que no hay que preocuparse en la nueva economía.
En la era industrial, la tarea de todos los trabajadores consistía en descubrir como podían hacer mejor su trabajo: eso es la productividad. Pero en la economía interconectada donde las máquinas realizan la mayor parte del trabajo, la pregunta para cada trabajador no es ¿cómo puedo hacer bien este trabajo? sino ¿Qué trabajo puedo hacer bien?
Contrariamente a la aserción de Krugman, a largo plazo la productividad apenas tendrá importancia alguna, no porque no se produzcan incrementos en la productividad, los habrá, sino porque, al igual que la curva universal de aprendizaje que hace que los costes vayan disminuyendo, el incremento de la productividad es un proceso repetitivo.
El principal papel de la productividad en la economía interconectada es la difusión de tecnologías. El aumento de la productividad diminuye el coste de adquisición de conocimientos, técnicas o productos, permitiendo que más gente los posea. La economía interconectada está destinada a ser una fuente de rutina de productividad. La experiencia técnica se puede compartir rápidamente, aumentando las eficiencias en la automatización. Lo que la economía interconectada nos exige es algo muy parecido al derroche.
Malgastar el tiempo y las ineficiencias son las vías para llegar a descubrir.
Antes de la World Wide Web estaba Dialog. Dialog era bastante futurista. En los años 70 y 80 era como una especie de biblioteca electrónica, que contenían textos científicos, eruditos y periodísticos de todo el mundo. El único problema era su precio, $1 por minuto. A unos precios tan elevados sólo se hacías consultas muy serias. No se consultaba por curiosidad, no se formulaban preguntas frívolas. El derroche estaba desincentivado
Para llegar a dominar totalmente el proceso de investigación de la web, hay que perder por lo menos 56 horas conectado a ella. La Web fomenta la ineficiencia. Todo es cuestión de crear oportunidades e ignorar problemas.
Estrategias
¿Por qué una máquina no puede hacer esto? Si una tarea es lo suficientemente rutinaria como para poderse medir, seguramente será lo suficientemente rutinaria como para poderse robotizar.
Ir en busca de sorpresas positivas: Los beneficios positivos tienden a concentrase o agruparse. Allí donde haya dos, probablemente te habrá muchos más. Una sorpresa positiva típica es una innovación que satisface tres necesidades al mismo tiempo, y que además genera cinco nuevas.
Maximizar la cascada de oportunidades. Una oportunidad desencadena otra, y después otra. Se desencadena una explosión de oportunidades. Para poder determinar la probabilidad de que haya una cascada hay que analizar la siguiente cuestión: ¿Cuántas tecnologías o negocios pueden iniciar otros basándose en esta oportunidad?.
Síntesis, Libro: “Las Nuevas reglas para la nueva Economía” - Autor: Kevin Nelly -
Editorial: Granica 1999 – Alumnos: Milton, Naranjo Frappa; Gastón Scoppa.
- 2007 -
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